Seúl, 15 de Julio (Yonhap)- El Ministerio de Defensa comenzará a aplicar una nueva política que prohibirá a los empleados el uso de teléfonos inteligentes habilitados para tener uso y acceso a Internet, así como capaces de tomar fotos dentro de su edificio para evitar la filtración de información confidencial con estos dispositivos.
Bajo la política de seguridad más estricta, los usuarios de teléfonos inteligentes tienen que instalar una aplicación especial en el dispositivo que paraliza su cámara y las funciones de grabación de voz, a fin de pasar a través de los puntos de control de seguridad y entrar en el edificio de Seúl. La aplicación sólo permite el uso de las funciones básicas de los teléfonos Android, como recibir y enviar llamadas y mensajes de texto. Los usuarios de iPhones, que operan en el software de Apple iOs, solo podrá recibir llamadas y mensajes de texto.
“El Ministerio ha establecido el nuevo sistema para bloquear algunas funciones básicas de los teléfonos inteligentespara que la información confidencial no pueda ser filtrada a través de los teléfonos”, dijo el portavoz del Ministerio.
Los visitantes y trabajadores que no hayan instalado dicha aplicación en su teléfono, deberán dejar sus teléfonos con la policíaantes de entrar en el edificio del Ministerio.
Hay alrededor de 1500 militares y empleados civiles que trabajan en el Ministerio y utilizan smartphones. Alrededor del 20% de estas 1500,se han negado a instalar la aplicación de seguridad.
Algunos empleados expresaron su preocupación porque la aplicación podría invadir su privacidad, mientras que el Ministerio dice que este nuevo sistema sólo está diseñado para bloquear las funciones de “teléfonos inteligentes”, de acuerdo con el Ministerio.
“Incluso si me llevo mi iPhone 4 sólo podré recibir llamadas y mensajes de texto. ¿Qué hago con un teléfono mudo?” dijo un teniente coronel de la Fuerza Aérea. “Voy a tener que comprar otro teléfono para poder comunicarme con otras personas dentro del edificio”
El Ministerio dijo que primero hay que probar el funcionamiento del sistema de seguridad en el interior de la oficina de Seúl y luego decidir si extender la nueva política a todas las tropas.
