Una discreta euforia –si eso es posible– se respiró este lunes en la reunión de directores del Instituto Cervantes en Málaga, según los presentes. Fue cuando el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, anunció que harían todo lo posible por aumentar el presupuesto del mismo.
Juan Manuel Bonet, actual director, sabe a qué va ir destinado ese dinero. Entre otras cosas, para abrir a corto plazo tres nuevos centros. Es otra noticia inusual en la última década. No se habían abierto nuevas sedes en años de crisis y mengua presupuestaria. Así que el anuncio de que el Cervantes se instalará en Suiza, Senegal y Corea del Sur, fue todo un cambio de paradigma.
“El de Seúl forma parte de la expansión hacia Asia y el Pacífico. La gran mayoría de institutos culturales europeos miran hacia allá y nosotros no podemos dejar de estar presentes”, afirma Bonet. “Me pidieron aumentar el perfil de actividades del instituto. Hemos diseñado un programa de choque cultural, aunque la palabra resulte rimbombante.” Para esa estrategia, Bonet cuenta con un nuevo responsable en el área de Cultura, el poeta y gestor asturiano, Martín López-Vega. Es uno de los 30 cambios que ha acometido Bonet en los últimos meses. Incluyen además a un nuevo responsable de análisis y estrategia, el diplomático Alfonso Lucini.
La estrategia de expansión no parará en los tres centros anunciados. Los motivos hoy no son meramente lingüísticos o de estrechos lazos culturales. A ellos se une la necesidad de formar junto a países como México un frente por que “hay muchos más países que desean nuestra presencia, pero, por el momento, estas son nuestras prioridades, siempre en consonancia con las del ministerio al que estamos adscritos”, añade el director.